Nuestro equipo asumió este reto desarrollando Glass Grinder, un proyecto diseñado para reutilizar botellas de vidrio usadas y convertirlas en un material abrasivo rentable y sostenible para el chorro de arena.
De residuo a recurso
Cada día, aproximadamente 14 millones de botellas de vidrio acaban en los vertederos del Reino Unido, lo que supone 5.000 millones al año. Los métodos tradicionales de reciclado de vidrio consumen mucha energía y son costosos, ya que a menudo requieren altas temperaturas para fundir y reutilizar el material. Mientras tanto, la industria del chorro de arena depende en gran medida de la sílice y la escoria de carbón, que suponen riesgos para la salud y son caras de procesar con alta calidad.
Con estas cuestiones en mente, tratamos de crear un sistema totalmente mecánico de extremo a extremo que pudiera moler botellas de vidrio y convertirlas en abrasivos finos y consistentes para el chorro de arena, una industria que requiere materiales rentables y de alto rendimiento.
Repensar los medios de chorreado con un enfoque mecánico
El molinillo de vidrio está diseñado como un sistema integral autónomo que tritura eficazmente botellas de vidrio usadas para convertirlas en abrasivos finos. Inspirado en la mecánica familiar de un molinillo de pimienta, nuestro sistema cuenta con un proceso de molienda en dos fases que garantiza tanto la precisión como la adaptabilidad.
En la primera etapa, un mecanismo de engranajes planetarios tritura las botellas en fragmentos de vidrio más pequeños. Este triturado grueso prepara el material para la segunda etapa, en la que unas muelas de bordes afilados refinan aún más los fragmentos hasta convertirlos en un abrasivo similar al polvo. El resultado es un material de vidrio con una forma uniforme que puede utilizarse en diversas aplicaciones de chorreado de arena, y el proceso de trituración puede ajustarse para conseguir distintos niveles de grosor en función de las necesidades del usuario.
¿Por qué elegir el vidrio?
Nuestra investigación puso de relieve una serie de razones de peso para utilizar vidrio esmerilado como material de chorreado. En primer lugar, es más seguro. Mientras que los abrasivos tradicionales, como la escoria de carbón y la arena de sílice, plantean graves riesgos para la salud respiratoria, especialmente cuando se utilizan en entornos mal ventilados, el vidrio es un material químicamente inerte que no libera sustancias nocivas durante su uso. Esto reduce los riesgos para los operarios y se ajusta a la creciente normativa sobre seguridad en el lugar de trabajo.
Más allá de la seguridad, el vidrio también ofrece un rendimiento extraordinario. Su nitidez natural proporciona una superficie abrasiva eficiente, que requiere menos material que los medios convencionales para lograr los mismos resultados. Estimamos que los abrasivos de vidrio necesitan sólo el 70% del volumen en comparación con la arena de sílice para ofrecer un rendimiento equivalente. La flexibilidad del sistema de rectificado también permite a los usuarios adaptar el rendimiento a las necesidades industriales específicas, desde acabados delicados hasta tratamientos superficiales más agresivos.
Además, el Glass Grinder está diseñada para ser accesible. Su estructura compacta y autónoma permite utilizarla tanto en pequeños talleres como en grandes instalaciones industriales. La capacidad de insertar una amplia gama de formas de botellas; incluidas botellas de vino y agua; facilita la alimentación y el funcionamiento del sistema. Para las industrias que desean prescindir de abrasivos peligrosos y caros, el vidrio ofrece una solución viable, rentable y escalable.
Oportunidad de mercado y ventajas económicas
Desde el punto de vista comercial, el impacto potencial de la trituradora de vidrio es significativo. El mercado mundial del vidrio reciclado está valorado en unos 4.500 millones de libras, mientras que el del chorro de arena asciende a 9.000 millones y sigue creciendo a un ritmo anual aproximado del 1%, impulsado principalmente por la demanda en los sectores de la automoción y la construcción.
Cuando comparamos los costes de varios materiales de chorreado, la ventaja de utilizar vidrio reciclado se hizo aún más evidente. El vidrio de desecho cuesta sólo 22 peniques por kilogramo, lo que lo hace unas diez veces más barato que materiales tradicionales como la escoria de carbón o la arena de sílice. Esto, combinado con la mayor eficiencia y el menor volumen de material necesario, hace que el uso de vidrio reciclado resulte muy atractivo tanto desde el punto de vista medioambiental como económico.
Opiniones del sector
Durante nuestra presentación, Joao Clemencio, ingeniero de ventas de Xometry, preguntó por los materiales utilizados en la construcción del triturador de vidrio. Le explicamos que el sistema se fabricaría principalmente con acero inoxidable para garantizar su durabilidad, ya que está diseñado para aplicaciones a escala industrial en laboratorios y fábricas.
Joao también cuestionó el mecanismo operativo, concretamente cómo se introducirían las botellas en el sistema. Aclaramos que la sección superior de nuestro diseño permite introducir botellas de distintos tamaños, incluidas botellas de vino y agua. El mecanismo de trituración se ajusta automáticamente para adaptarse a los distintos tamaños de botella, lo que garantiza un procesamiento eficiente.
Además, debatimos la posibilidad de utilizar componentes modulares para el esmerilado, lo que permitiría sustituirlos fácilmente y personalizar los niveles de abrasividad. Joao señaló que el sistema podría requerir componentes electrónicos para su automatización, pero nosotros destacamos que una opción de funcionamiento manual podría ser factible para laboratorios a pequeña escala que busquen soluciones rentables.
Potencial de mercado y perspectivas de futuro
Creemos que el Glass Grinder tiene el potencial de cambiar la forma en que la industria del chorro de arena obtiene sus materiales abrasivos. Al ofrecer una alternativa segura, personalizable y de bajo coste derivada del vidrio de desecho, estamos abordando dos retos medioambientales a la vez: la ineficacia del reciclado tradicional del vidrio y los problemas de salud y coste de los medios de chorreado de arena existentes.
La sencillez y versatilidad del diseño permiten adaptarlo a una amplia gama de entornos, desde laboratorios independientes hasta aplicaciones industriales de gran volumen. A medida que crece la demanda de materiales sostenibles, vemos oportunidades para ampliar el sistema e integrarlo en cadenas de suministro circulares.
Para empresas como Xometry, este tipo de solución podría ofrecer un valor real, tanto al reducir la dependencia de abrasivos a base de sílice en su red de proveedores como al promover prácticas de fabricación más sostenibles en general..
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